viernes, 3 de septiembre de 2010

El tren

Esta historia del tren me sirvio para dos oportunidades.
Apenas te conocí y los días iban pasando,
mi cabeza maquinaba a mil,
porque no comprendía tus atajos.
Si era algo mío, algo de los dos o era que faltaba algo.
Y entre tantas cosas que te dije,
un día así como con tono alto:
"Mira que el tren de la vida pasa una sola vez"
(yo sentía que estaba pasando)
y no podia dejarlo pasar sin subirte conmigo
a ese viaje eterno y largo...
Me miraste y me sonreiste, casi como burlando.

Pasaron los meses y yo seguí a tu lado,
ese era un tren que pasaba contramano,
pero pasaba para llevarnos...
Por suerte nos quedamos
a disfrutar y vivir despacio.

Hoy sí elegimos sentarnos en la parada a esperarlo,
a escuchar el sonido que nos indicara que estaba llegando.
Y cuando porfin la sentí... allí te dije:

"El tren pasa una sola vez en la vida, y yo ya estoy en un bagon esperándote.
Ya sabes dónde estoy, porque me encontraste
aún sin buscarme.
Ya sabes cómo llegar porque supiste conquistarme.
Ahora sólo súbete al bagon
y viajemos juntos por la vida."