miércoles, 9 de febrero de 2011

Todo esta por dentro


Terminé por darme cuenta, que esa frase tan dicha, en mi vida es verdadera.
Que no importa lo de afuera, lo importante esta adentro y quererse a su manera.
Un día adoraba mi nariz, hasta que la vi de perfil,
otro día me gustaba mi cara, hasta que me observe desmaquillada.
Apreciaba mis ojos, hasta que los vi llenos de lagrimas,
me enternesia mi sonrisa, pero rara vez la usaba.
Me gustaba mi cintura, pero siempre la tapaba...
Mis piernas nunca me gustaron, porque no eran lo sufientemente largas,
mi color de piel, no era de las que se tostaban...
Mis manos siempre arruinadas, pero con orgullo por usarlas,
todas cortajeadas por la extrema higiene en la epoca de la gripeA que tanto nos aterraba.
Mis uñas nunca lucían, porque no me gustaba pintarlas, ni me gusta tenerlas largas.
Mi pelo, lo mas preciado que yo tenía,
un día me di cuenta que ya ni eso me quedaba, lo miraba al espejo y ya no me gustaba.
Entonces comencé a replantearme porqué de mi nada me gustaba...
es que yo no estaba viendo, la otra mitad de la cara.
Nadie es perfecto, ni bello en todas sus pantallas.
Puede gustarte alguna parte de tu cuerpo o todos, pero eso no te hace perfecto.
Perfecto te lo hace, amar lo que haces,
tener la conciencia limpia,
luchar aunque no ganes,
vencer a lo que no puedes,
seguir aunque te canses.
Perfecto te lo da,
lo que tu amas de ti como eres,
no una nariz, o tu cara, tu piel, tu pelo o tu vientre.
Te lo da el amar el uso que le des a tus partes,
manos para secar una lagrima,
ojos para regalar una mirada,
cara para sonreir, dando un hermoso regalo a cambio de nada,
piernas para correr y socorrer a alguien,
cintura para sostener por horas un niño,
vientre para gestarlo.
Pelo para que alguien juegue con él,
uñas para desatar un nudo,
piel para sentir la del otro...
Mi cuerpo entero para vestirme de blanca.
Entonces comienzo a entender que la perfección no es que no existe,
lo que no existe es la belleza externa por simetría.
Entonces comienzo a entender que esta todo por dentro,
que voy a volver a ver mi pelo bello el día que mi hijo juegue con él,
mis manos lindas el día que vuelva a tenerlas cortajeadas,
mis ojos brillantes el día que las lagrimas sean de felicidad,
mis piernas lindas el día que les de buen uso.
Y asi... de a poco, me iré queriendo por dentro lo que soy por fuera.