miércoles, 3 de noviembre de 2010

Me dí cuenta

Que la casa de uno es la casa de uno,
que las cosas prestadas, siempre tienen su precio.
Que aveces uno lastima sin querer lastimar
y se siente lastimado sin que lo quieran lastimar.
Que es dificil darse cuenta, cuando algo es sin querer,
porque aveces queremos tanto
que no logramos entender,
si queremos para mal o para bien.
Que las malas intenciones, se las lleva el viento
y que no siempre los tornados ponen las cosas en su lugar.
Que vivir plenamente,
no es confort y castillos de princesas,
es poder sentarse con las piernas estiradas
apoyando la espalda, fuera de tu casa...
Es poder acostarse en la mitad del patio,
sin que te importen los mosquitos
y apreciar el cielo y el aire que es tuyo.
Que solo lo que es de todos es de uno
y lo que es de uno es de uno...
Que ser agradecido en la vida, nunca alcanza,
nunca es suficiente, nunca debe serlo.
Que llorar solo, sirve de mucho,
pero derramar lagrimas delante de la gente
no es de cobardes, no es de idiotas,
es de una persona capaz de demostrar lo que siente
sin sentir verguenza.
Que ayudar, es mas que una limosna,
es mas que repartir dinero grande,
que cada uno tiene su forma.
Que el que no ayuda, es porque en realidad es quien la necesita
mas que nadie en ese momento.
Que la paciencia se hace, se contruye y se contagia,
uno no nace paciente, pero sin impaciente
y que con dedicacion puede contagiarse.
Que todo llega, que todo se va...
que los cambios asustan,
pero que son sumamente necesarios
para la salud de uno y el bienestar de dos.
Que lo mejor que me podria pasar hoy en la vida
es tener asegurada la felicidad,
pero como eso no se puede...
Basta con ser feliz con cada una de las cosas que tenemos,
porque la felicidad no son suma de momentos felices,
sino ser feliz con cada una de esas pequeñas cosas.

martes, 2 de noviembre de 2010

Sumando lagunas a mis rios, creyendome princesa de un castillo

Creyendome princesa de un castillo comenze un estilo,
viviendo pasada las doce de la noche, mirando el cielo como un niño.
Estrellandome en cada pasillo que enontraba,
saludando con la mano con sonrisa sonrrojada,
divisando entre la gente, la buena de la mala,
viendote correr por ese enorme pasadizo...
Te recuerdo como si no hubiesen pasando los años detras de nuestras caras,
como si todo este tiempo, estaria registrada
dentro de tus sueños, tus deseos o tu misera realidad
y sufriendo por vivir con esa minuscula esperanza.
Una gran carga, se asoma de mis espaldas, la que llevo desde el dia
que se me dio la gana
de seguir mirandote y no frenar, no saber, no poder
afrontarla, arraigada como un simio a su planta...
No es nada, ya nada, solo sueños de princesas que no tienen esperanzas
un castillo de juguete, sin paredes, sin ladrillos,
sin una hermosa montaña...
Solo un río que se va llenando de lagunas,
cada dia, cada minuto que pasa,
que recuerdo tu mirada como una rafaga.
Ignorancia, eso es lo que mata...